Esto
era una vez en el Polo Norte, un oso polar que vivia vagabundeando
por la zona cazando pingüinos. Un dia vió a un pingüino que estaba
bastante proporcionado: era rellenito y de altura media. Pasaban dias
que intentava planear como poder cazar y comerse a ese pingüino. No
se sabe como, pero el pingüino llego a enterarse, y sabeis que? No
se asusto para nada, porque el sabe que por muy pequeño que fuera
el, y por muy grande que fuera el oso, el era mucho mas listo.
Llegó
el dia en que el oso atacó por la noche, ya hacia unos dias que el
pingüino no dormia para nada, tenia que estar las 24 horas atento y
despierto. Toda la población de pingüinos dormia, excepto el
rellenito.
El
oso se acercava sigilosamente, intentando no hacer ruido, tenia clara
su dirección, ya que tenia muy bien localizado el sito donde dormia
su presa. Pero cuando enteoria llegó, se dio cuenta de que el nido
el pingüino no estaba. Entonces se enfureció si se fue por detrás
de la población.
Al
dia sigüiente no podia sacarse de la cabeza haver donde podia estar
metido el maldito pingüino. Estuvo unos kilometros de ellos todo el
dia para haver si lo encontraba. Así que cada noche hacia lo mismo,
y se repetia siempre igual. No tocaba su casa para anda, se iva
alimentando de peces que cogia del mar. Hasta que un dia adelgazo
tanto que no tenia ni fuerzas, no dormia, no comia, no parava de
moverse...El dia tenia que llegar, el oso murió, y de repente el
pigüino apareció. Al explicar aquella experiencia tan maravillosa
todo el mundo lo aclamó alcalde del pueblo. Y a que no sabeis donde
estaba el pingüino durante toda esa temporada?... En la guarida del
oso, inflandose de pez, dormiendo genial y sin problemas ni
preocupaciones! Y es que la fuerza no gana a la inteligencia...